abril 30, 2007

EL DERECHO Y LA POESÍA COMO ARTE


Ignacio Burgoa Orihuela[1] al referirse sobre este punto nos dice que “El arte es la actividad del hombre tendiente a la realización, en el mundo de la concreción, de valores del espíritu”. En este sentido, el arte del derecho implica realizar una actividad para procurar conseguir la bondad y la justicia, es decir lo bueno y lo justo.

El Derecho es un arte dinámico, no estático, su producción, su obra no se consuma en un resultado determinado como suele acontecer con las demás artes que pueden condensarse en objetos concretos de admiración: una poesía, una pintura, una escultura, una composición musical o literaria.

En el caso de tales obras de arte, su autor puede quedarse tranquilo y satisfecho con su producción, en cambio, el caballero del derecho es por esencia incansable en virtud de que siempre está renovado y recreando su actividad como deber ineludible de su lucha por el Derecho, por su observancia, respeto y perfeccionamiento, justo como decía Don Benito Juárez
“La ley ha sido siempre mi espada y mi escudo”.

Aunque la Justicia no es tangible, pensamos que la sentimos cuando nuestra propia naturaleza nos indica que estamos frente a un hecho injusto y para poder expresar nuestro sentido de la justicia, tenemos que transformarla en palabra, sucediendo lo mismo con la poesía, por ello, consideramos que hacer esta manifestación es todo un arte. Pues imaginémonos una justicia o un sentimiento sin palabras: sería una emoción inexplicable.

Por ello, -a todas luces- el auténtico jurista siempre debe ser orador y escritor, que necesita tener una preparación previa de cultura general, para después incursionar al estudio del Derecho e inmediatamente, pensarlo y crearlo:
Ius Semper Loquitur.

Así como los poetas cuentan con su
numen -las musas Calíope (poesía épica) y Terpsícore (poesía lírica)-, los abogados contamos con nuestro numen jurídico: la Justicia, representada por la diosa Themis.

Todo arte se debe desbordar hacia fuera, por tanto, el Arte del Derecho y la Poesía es pensar y decir uniendo una palabra con otra por medio de la lógica, es hacer que la palabra sea expresada con claridad y belleza.

El jurista, debe emular toda su vida al Caballero de la Triste Figura, don
Quijote de la Mancha –pues aunque no era abogado- tenía un espíritu incansable e incesable en pos de la Justicia, en defenderla ante los “tribunales” que formaba con un conjunto de hombre buenos con que se topaba y el Derecho los presidía. Miguel de Cervantes Saavedra sufrió en carne propia lo que eran las injusticias cuando fue llevado a la cárcel, por lo que supo poner en boca del Caballero andante, los más excelsos ideales de la libertad y la justicia.

LA CIENCIA Y EL ARTE DEL DERECHO

La Ciencia y Arte del Derecho se complementan, en virtud de que la primera conlleva su conocimiento y la segunda su facticidad en diferentes objetivos que inciden en la vida del hombre y del entorno que lo rodea.

Cabe decir que en nuestras próximas abordaremos la relación que tiene la filosofía con la poesía y el derecho, destacando algunos personajes que es necesario mencionarlos por su filosofía y también por el hecho de ser…
Bardos y Juristas.

Postea y expresa tu opinión!

[1] Burgoa Orihuela, Ignacio, El Jurista y el Simulador del Derecho, Ed. Porrúa, México, 1997, pág. 31-32.

4 comentarios:

Franz Trejo dijo...

Estimado Tocayo:
Es un gusto entrar a tu espacio y leer sobre un tema que coincide con mi reciente lectura a una obra que a mi juicio debe ser libro de cabecera a los muchachos que recien acaban de entrar a la carrera de Derecho, o por que no a los chavos de prepa que esten viendo materias relativas a la ciencia jurídica; me refiero al libro de el Mtro. Ignacio Burgoa: "El Jurista y el Simulador del Derecho" (espero hacer una reseña en mi blog al respecto, pues me hubiera gustado conocer antes ese libro, cuando fuí a una conocida asociación de abogados a darles una conferencia sobre "La Iamgen del abogado", pero ahora que lo he leido me será de ayuda para posteriores conferencias, cursos y talleres.
Ahí en ese libro entendí los fundamentos epistemológicos del Derecho, lo que le da el caracter de ciencia y tambien entendí que el jurista hacer arte;combinar la técnica (aplicación de la ciencia), con el sentimiento (el amor que sientes por tu profesión). La poesía al ser "La Jardinería del pensamiento" (Guillermo Briseño), es el reflejo de que se domina la ciencia, el abogado requiere y debe manejar adecuadamente la lengua (en este caso) castellana, y debe saber hacer uso de la misma para redactar, escribir y espresarse, el Derecho es escrito en nuestro modelo epistemológico (Romano) y requiere saber leer y escribir correctamente, al abogado se le conoce como "El letrado" y es obligación de los nuevos abogados dominar la lengua, algo que no esta peleado con la ciencia jurídica. Espero que pronto nos vemaos y poder charlar en torno a una taza de café acerca de este tema, sobre todo que como te dije he aprendido en estos días cuales son los pilares que sustenta al derecho como ciencia y que de ahi se deriva la técnica y el arte, un abrazo

Anónimo dijo...

Maestro Burgoa:
Me parece muy bueno su artículo, sobre todo porque destaca la necesidad que tenemos los estudiantes de Derecho de hablar y escribir con propiedad, un termino mal utilizado puede hacer la diferencia entre ganar o perder y entre defender o condenar.
Tradicionalmente los abogados y abogadas eran por definición grandes oradores, escritores, poetas, hoy en día, lamentablemente existen personas con el título de abogad@s que por su escaza cultura, por no tener el hábito de la lectura, tienen un léxico pobre y deprimente.
Espero que esto nos mueva a la reflexión y a reconocer la necesidad que tenemos de estudiar, leer, leer mucho, porque es una forma de adquirir cultura.
Entendiendo la cultura como toda manifestación humana y a los abogados y abogadas nada que sea humano, nos debe ser ajeno o indiferente.
Gracias Maestro, por darse tiempo para ayudarnos a pensar.
Vicky*

Anónimo dijo...

Bonito artículo, salu2
Cecisfi

Anónimo dijo...

Caray, creo que decir que tienes toda la razón esta de más, los abogados debemos ser personas extraordinarias, con habilidades y metahabilidades que vayan más allá de la materialidad. Buscadores de la justicia, sensibles a la condición humana, honestos a toda prueba, buenos oradores, escritores y lectores. Con una posisión crítica e imparcial ante la realidad. Apasionados con las causas justas, de corazón generoso y por supuesto, bardos y poetas, ¿como podriamos existir sin la poesía en nuestras vidas?.

Ya sabes que te felicito.

Móny