febrero 05, 2009

Constitución de 1917... a 92 Años!

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos del 5 de febrero de 1917 está cumpliendo 92 años de vida (y 152 la Carta Fundamental de 1857). Durante este lapso hemos sido testigos de una parte de la historia contemporánea de nuestro país, desde donde se dio respuesta a una serie de demandas provenientes del conflicto revolucionario de 1910, a través de la incorporación de una serie de derechos sociales a favor de las clases desprotegidas como eran los sectores campesino y obrero, que le dieron el honor de ser la primera Constitución Social del mundo.

Al paso del tiempo, se fue construyendo un régimen de gobierno con las características propias de los momentos en que se encontraba nuestro país, así nació el sistema presidencial mexicano que, para ser funcional con la hegemonía de un partido político único en el poder, se comenzó a ir modificando la Carta Fundamental de 1917 con el fin de crecer como nación y tener una gobernabilidad democrática con la colaboración real entre el Presidente y el Congreso de la Unión.

La Carta Magna contempla los rubros que nos identifican como país en todos sus aspectos: político, económico, social, cultural y el debido catálogo de derechos fundamentales que consagra a todos los mexicanos.

No se tiene la menor duda de que la Constitución Mexicana es un factor imprescindible para alcanzar las metas que nos proponemos, pero también es evidente que los legisladores y gobernantes en turno, piensan que modificando la Ley Fundamental será la solución inmediata a todos los problemas que tiene nuestro país. Así, desde el 5 de febrero de 1917 se han llevado a cabo 487 reformas constitucionales a sus 136 artículos que la conforman.

Dadas estas reflexiones, desde hace tiempo ha surgido la disyuntiva entre académicos, políticos y sociedad civil si debemos optar por dejarla como se encuentra, renovarla o crear una nueva Constitución para el México del siglo XXI.


Salu2 y no olvides postear y expresar tu opinión!!!

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Se me ocurre, no tengo bases para afirmar lo que voy a decir, crear dos países a partir de la república.

Oscar Blanco dijo...

Resulta curioso que nuestra constitución haya sido reformada en inumerables ocasiones para responder a necesidades inmeditas o cuestiones coyunturales.

También que a la menor provocación, como sucede en otras latitudes latinoamericanas, los gobiernos como primer medida hagan suya una nueva constitución, como Bolivia, Venezuela, et. al.

Entonces de dónde radica esta obsesión constitucionalista en América Latina? Si bien una constitución es un arreglo institucional que refleja una cierta distribuición de poder, en nuestros países latinoamericanos permea este "gen tropical constitucionalista" donde cada nuevo gobierno necesita una nueva constitución.

Este gen tropical parece obedecer a una obsesión por la ley que díficlmente se aplica en la cotideanidad de los ciudadanos. No será que tenemos ciudadanos ausentes con políticos de "genes tropicales constitucionalistas".

Lástima por nuestro continente donde vendrán e irán constituciones con el único objeto de decir: "está si es la buena, ésta si la cumplirá y obedecerá la gente". Oh my god! donde están nuestros padres fundadores, dónde está Madison, Hamilton, Jay? Quizá habría que revivirlos y hacerlos revivir en nuestras latitudes tropicales.

BVC dijo...

Desgracidamente tambien se están cumpliendo muchos años de que el país se cubrió de sange, sangre que en un 99.9% provenía del pueblo que se encontraba en una mala situación economica y política y peleó por cambiarla.
La Carta Fundamental se ha reformado en varias ocasiones a fin de darle apego a nuestra realidad; y es verdad, que no obstante de que se perdieron tanta vidas el país contínua con focos de pobreza y desigualdad.
Muchas de las reformas hechas a la Constitución ha sido para privilegar a la clase "alta" como mucha gente la clasifica pero ese privilegio no se ha visto impactado a la clase desprotegida.
Entonces de que sirve de que México tuviera la primera constitución social del mundo, si no se ha aplicado como se debe y ni como dijo "Don Teofilíto" ni se aplicará mientras nuestros gobernates no cierren la brecha entre la clase provilegiada y la pobrere y nosotros los gobernados no exigamos el cumplimientos de nuestros derechos porque en nuestras obligaciones (impuestos) vaya que si cumplimos, de los contrario como bien dicen "tendríamos el gobierno que merecemos"

Saludos

Anónimo dijo...

Asi como la soberanía es inalienable, lo debería ser el voto. Quizás sería un comienza adecuado - no me atrevo a decir si bueno o malo, no soy moralista - sin embargo, si el voto dejará de venderse, y la democracia pagarse en tres pagos - refiriendome a los ciclos electorales, que no son concurrentes en los tres niveles de gobierno-.

Odio decirlo, pero no se trata de cuestiones sociológicas sino de tener materia gris en la cabeza.

Me pregunto si alguna vez han leído a Sartré esos ilustres ideologos de la democracia... la más cara del mundo en un país donde todo se quiere arreglar con la ley en la mano. Ley que aterriza en la ignorancia de la gente, en su pereza por no informarse, que se conforma con aceptar lo que sus ojos ven, ojos que no ven corazón que no sienten.

No saben y por eso lo aprueban, prueba de ello son esas casi quinientas reformas a la Carta Magna.

Oscar Blanco dijo...

Después de volver a leer el discurso pronunciado por Venustiano Carranza en el recinto legislativo con motivo de la presentación del proyecto constitucional de 1917, uno no puede sino pensar que a pesar de haber pasado 92 años seguimos enfrascados en gran parte de las discusiones que motivaron dicho proyecto. Me explico con mayor detalle.


Carranza toca, a mi entender tres puntos fundamentales, el primero relacionado con la forma de gobierno de la nación. Es decir, porque ser un régimen presidencial y no uno parlamentario. Inclusive, menciona a Alexis Tocquville para orientar la discusión, pero lo más claro de la exposición es que plantea un falso debate. Y esto ocurrió hace cerca de 100 años!Y nosotros continuamos tratando de cambiar la forma de gobierno, describiendo las bondades del sistema parlamentario.

En segundo lugar, hace un recuento del amparo y menciona lo desvirtuado de está práctica y su necesidad de actualizarlo, y nosotros después de 100 años, tratamos de modificarlo e inclusive crear una nueva ley de amparo.Lo anterior refleja un desfase histórico, lo pudimos haber hecho antes o no?

Y por último, destaca la radiografía que hace del Poder Judicial, pero sobre todo del sistema de justicia penal, a todas luces poco práctico y disfuncional. En parte para solucionarlo crea la institución del Ministerio Público, pero después de casi 100 años, la nueva reforma del sistema penal, actualmente en curso, hace un recuento del fracaso del MP. Y de la necesidad de reformar el sistema de justicia penal!! Despúes de 100 años estamos atrapados en lo mismo!, ahora con la oralidad que garantizará el debido proceso, se espera una mejora del sistema.


Creo que lo anterior, refleja la precariadad de nuestro diseño institucional, a los 100 años nos damos cuenta que no hemos superado los "viejos" debates que hoy, paradójicamente están más "vivos" que nunca.

Huge-rope dijo...

Compañeros, como la internet busca, por sobre todas las cosas (al menos en teoría), la democracia e igualdad; me atreveré a externar mi humilde opinión:

Paco Reyes: Ya existen dos países... decía Dante que existían dos ciudades... una celestial y otra infernal. (esto es al márgen de la ciudad celestial de Agustín de Hipona). En el 2008, una se llama Ciudad Satélite y la otra se llama Ciudad Neza... ya adivinarás cuál es cuál... y, así se divide todo en México y en América Latina; somos, junto con Brasil, probablemente el país, en términos de recursos naturales, más bendecido... pero... cómo negar que somos pobres?.

Óscar, quizá nuestros legisladores creen en la prueba y error; la prueba somos todos los más de cien millones de habitantes... el error son los que nos generan las leyes, los que las hacen cumplir y los que impunemente se encuentran en posición de exhibir un desacato completo y escandaloso a las mismas.

Lo curioso es que aquellos que cuentan con semejante prerrogativa se autodenominan "la gente bien".

ARACELI RANGEL dijo...

Desde mi muy particular punto de vista, y dado que nuestra Constitución sigue conteniendo en muchos aspectos sólo fórmulas abstractas que no se aplican fielmente tal y como Carranza apuntó respecto de la Const. de 1857; considero que sí se debe pensar seriamente en renovarla, ya que nuestra Carta Magna debe de contener normas que sean acordes a la realidad social que actualmente vivimos y a las necesidades de esta sociedad tan cambiante, con el objeto principalmente de rescartar a los ciudadanos de la corrupción y la delincuencia, enfermedades sociales de las que lamentablemente somos rehenes todos los que habitamos este país.

Oscar Blanco dijo...

Hola de nuevo! Sobre los comentarios de Huge, me parecen acertados pero difiero en la premisa básica. Ya que el problema somos todos como sociedad. Nunca hemos estado presentes porque el sistema político fue diseñado para ello. La misma estructura del Sistema Judicial es una muestra de que el pasado nos persigue y del cual no hemos sabido distanciarnos.

Leyes hay muchas y ordenamientos infinidad, pero el cumplimiento de las mismas requiere que seamos parte de ellas, pero, sobre todo, de la comunidad política que conformamos. Hasta el momento, ha existido un alejamiento de las cuestiones públicas casi desde el primer día que nacimos como nación independiente. En el libro Ciudadanos Imaginarios de Fernando Escalante, se hace un recuento de ello.

Por lo anterior, necesitamos involucrarnos en las cuestiones públicas. De ahí, como dirían los americanos, "no taxation without representation". De lo contrario, seguiremos en lo mismo.