septiembre 09, 2009

La Rosa

En una rosa deposité mi amor,
todo ese amor que siento por ti,
y pensé en no dártela,
porque temí al rechazo,
sin embargo, pudo más
cada uno de los pétalos
que juntos exclamaban
una y otra vez: ¡Te Quiero!
y por fin decidí
a entregarte esa hermosa flor
y con ella, también
te entregué la intensidad del
gran amor que siento por ti.
Y, ¿qué pasó?, es fácil decirlo,
pues guardaste la rosa,
donde nadie la ve,
ni el sol, ni la luna,
y así como a ella, decidiste
sepultarme y olvidarme,
en tanto,
la rosa y yo dejamos de existir.


*Francisco J. Burgoa Perea*

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca lo vi antes!

Lindo pero muy triste! :(

Anónimo dijo...

huy.... eso duele, si que eres soñador compañero, en el amor debes entregar todo, da hasta que duela... si te es reciproco eres afortunado, si no lo aprende a dar las gracias por lo que recibiste, sin nostalgia.