febrero 09, 2007

¿Hacia una Constitución Nueva o Reformada?

El pasado 5 de febrero se reunieron los representantes de los Poderes Federales para conmemorar los aniversarios 150 de la Constitución de 1857 y 90 de la Carta Magna de 1917 y siempre que es la ocasión surgen las voces de los distintos actores políticos pidiendo o su abrogación o su reforma.

Lo cierto es que en esta ocasión la opinión pública esperábamos que el Presidente de la República presentara alguna iniciativa de Reforma Constitucional y no fue así, sólo manifestó porque todos los Poderes se adhirieran a un especie de “Pacto por la República” refrendando los principios que sustenta nuestra actual Constitución.

Pero más allá de eso, el Presidente del Senado de la República expresó su deseo porque en este mes sea aprobada la Ley para la Reforma del Estado que es la ley que organizará las discusiones para que se generen las iniciativas necesarias en los rubros de Régimen de Estado y de Gobierno, Democracia y Reforma Electoral, Federalismo, Poder Judicial, Reforma Hacendaria y Garantías Sociales.

Dichos trabajos deberán realizarse a más tardar en un año, comprendiendo seis etapas: consulta pública; negociación y construcción de acuerdos; redacción de los proyectos; aprobación, firma y presentación de iniciativas y proceso legislativo.

Hoy más que nunca debemos de exhortar a todos los actores políticos porque antepongan el interés nacional al interés particular y comiencen a analizar y discutir las urgentes reformas que necesita nuestra Constitución para que pueda seguir viviendo, porque hay que recordar que la Carta Magna sirvió y fue funcional durante la hegemonía de un partido único en el poder, pero ya no fue así cuando transitamos a la alternancia en el poder en el año 2000.

De hecho, lamentablemente en el sexenio pasado solo hubo intentos de avanzar en la Reforma del Estado y como no se lograron construir los acuerdos que lo permitieran, entonces vino la crisis en el proceso electoral del año próximo pasado.

Debemos empezar a prepararnos para un fortalecimiento de nuestra Constitución o ¿a qué nos podremos enfrentar en las elecciones del año 2009 o 2012 con este mismo marco legal? –y acaso- ¿existirá una auténtica gobernabilidad democrática en nuestro país que aún se encuentra dividido?

Los temas están en la mesa de discusión, las voluntades para lograr acuerdos andan deambulando… esperemos que por el bien de México se construyan los consensos necesarios a la brevedad.

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