noviembre 01, 2010

*EL SILOGISMO DE LA MUERTE*

¡Vaya trabajo!
Toda una vida buscando un remanso
y para su mala suerte
su lista marcaba: “Francisco Burgoa a descanso”.

Anteriormente la Parca ya lo había intentado pero
el resultado había sido de frustración y enfado.
Convencer a Burgoa implicaba mucho tesón
pues la pobre Catrina no sabía argumentación.

Pese a lo anterior no declinó en su intención
y en un momento de arrebato a su objetivo se lanzó.
En Ciudad Universitaria fue a buscar al profesor
pero como es bien educada no quiso interrumpir la lección.

Afuera del salón la muerte ansiosa esperaba
a que Burgoa su clase terminara.
Pero como la cátedra se prolongó
la Flaca cansada en sueño profundo se sumergió.

¡Tonta Catrina que a su víctima dejó escapar
todo por dormirse y no despertar!
Así que mientras el sol calentaba sus huesos
ella planeó su macabro regreso.

A la FES Aragón la Calaca llegó
y saliendo del baño a Burgoa encontró.
Sigilosamente lo siguió a un recóndito salón
donde impartía la materia de argumentación.

Burgoa sintió que el brazo le jalaron en el corredor,
él volteó y vio a la huesuda a su alrededor.
Y aunque Francisco tuvo miedo, nunca lo manifestó,
y por el contrario, a su clase la invitó.

La soberbia Calaca creyó escuchar falacias y sofismas
pues la muy ladina se creía experta en varias doctrinas.
Su orgullo y vanidad llegó a tal grado que al maestro refutó
pero éste le pidió que argumentara su posición.

Francisco y la Flaca entraron en una acalorada discusión
en la que la Pelona argumentaba sin ton ni son.
Y como Burgoa se dio cuenta de que a ella le faltaba preparación,
él muy caballeroso a su twitter y a su blog la mandó.

Después de un rato a Francisco le incomodó su presencia
porque la Huesuda seguía con la misma insistencia.
Salir con ella de este mundo no le era agradable
y menos en un día laborable.

Pese a todo, la Muerte reaccionó piadosamente,
así que esto fue lo que decidió en su mente:
“A este joven maestro no lo llevo al cementerio
porque me ha quedado claro su excelente desempeño”.

Burgoa dio por terminada la clase y se despidió de cada alumno
pensando que su destino era el inframundo.
Pero la Huesuda al ver su reacción, le comunicó su decisión:
“¡CARPE DIEM!, nos vemos en otra ocasión”.

Noviembre’10

=000=


Pd: muchísimo agradezco a la persona que me hizo llegar la presente... Calaverita!


No hay comentarios.: