junio 19, 2010

¡ADIÓS, CARLOS MONSIVÁIS!


Fue a finales de 1999 -ya casi para concluir el mes de diciembre- cuando tuve la oportunidad de conocer a don Carlos Monsiváis, en virtud de ser un gran amigo de uno de mis mejores maestros y amigos, don Eduardo Luis Feher. De hecho coincidimos los tres en un restaurante y fui testigo de una tertulia de alto nivel intelectual en donde yo simplemente veía, observaba y aprendía… pocas veces intervine en esa charla pero me fue más que grato poder convivir con tan singular personaje. Además, recuerdo como surgió la “polémica” en la mesa respecto de si el año 2000 que estaba por comenzar era indicativo de que iniciaríamos el siglo XXI o debía de ser hasta el año 2001 (cabe apuntar que cada quien tenía un punto de vista diferente y lo mejor fue cambiar de tema, porque en eso sí coincidimos y más al estar de acuerdo en que dicho tema era intrascendente).

En esa ocasión, luego de charlar un poco de mis actividades y hoobies – y a sabiendas que lo conocería- llevé el libro que en ese año había publicado en coautoría de Julio Scherer García: “Parte de Guerra. Tlatelolco 1968”, le solicité una dedicatoria -la cual fue la primera de otros libros que tuvo a bien firmarme- en donde dejó testimonio de la “…inauguración de la amistad” con la que me distinguió en plena “…agonía del 99.”

Ya en el año 2000 tenía lista mi tesis de licenciatura misma que se la dediqué al Notable Escritor que fue y que seguirá siendo a través de su obra, además de que tuve el gran honor de que me acompañara –junto con mi familia y amig@s- el 9 de junio de ese año al brindis con motivo de la obtención de mi título universitario al haber sustentado mi examen profesional.

Llegué ir a su casa en la colonia San Simón, cerca del metro Portales, en donde se las puedo describir de una forma muy sencilla pues sus “muebles” eran libreros y libreros más libros y libros y los pocos muebles que tenía para sentarse, eran ocupados por… libros! tenía una habitación en donde ‘despachaba’ sus asuntos y tenía todos sus ‘pendientes’ por leer, que obvio su pasión era leer y escribir… recuerdo que sobre los libreros tenían muchas figuritas del luchador “Santo” de esos que aún podemos encontrar a la venta en las ferias y un muñequito del “Subcomandante Marcos” a quien le tenía cierta admiración –y por supuesto un amor por sus gatos-, que por cierto, muchas de estas figuras y demás ‘chucherías’ que coleccionaba Monsi, las podemos encontrar en el Museo del Estanquillo en donde alberga su colección personal, mismo que les sugiero aprovechen algún día y lo visiten, además de las muchas actividades y museos que existen en el Centro Histórico.

Quién no conoció a Carlos Monsiváis???!!! sea física o intelectualmente… al cronista de la ciudad de México, a “Monsi” lo podíamos encontrar en algún programa de televisión, en internet, en la radio, en el periódico, en la librería, en alguna revista o un sábado en el tianguis del Chopo o en cualquier lugar de Tepito o la San Felipe o en Palacio Nacional o en el Museo de Louvre o en el Alcázar de Chapultepec o en cualquier otro museo o en la presentanción de algún libro o evento cultural. Es curioso pero para mi era uno de esos pocos personajes que tenían el don de la ubicuidad y un conocimiento desmedido, de esos personajes de los cuales podemos aseverar que poseían una cultura enciclopédica… te podía hablar prácticamente de todo y siempre con su mismo estilo intelectual, irónico, críptico, mordaz y siempre haciendo gala de ese vocabulario que pocas personas dominamos.

A “Monsi” no le importaba que fueras reina, rey, princesa, príncipe, presidente, diputad@, senador/a, funcionario público, abogad@, filósof@, doctor/a, ingenier@, arquitect@, dentista, taxista, secretaria, bolero, mendigo, punket@, gay, lesbiana, trangénero, transexual, buga, swinger, em@, bat@, skat@, estudiante, ni-ni, geek, gamer, nerd, gótic@, darket@, heavy, flogger, twitter@, facebooker@, blogger, rastafari, hippie, ñer@, socialité, banda, parna, narc@, delincuente, otaku, friki, nac@, fresa, raper@, rocker@, hiphoper@, retr@, modern@ o posmodern@, cibernauta, de la 'high' o del 'underground', integrante de cualquier tribu urbana o de alguna subcultura, contracultura, cultura o supracultura, desemplead@, con oficio y sin beneficio, nada de eso importaba, Monsi te escuchaba y charlaba contigo por eso y más Carlos Monsiváis –sin duda- era admirado por much@s y odiado por otr@s.

Por último, cabe una anécdota: hace algunos años Carlos Monsiváis se encontraba en un restaurante en la colonia del Valle e ingresó al lugar un ladrón con el propósito de despojar de las pertenencias a los ahí presentes pero cuando se percató el asaltante de que se encontraba ahí “Monsi”, le dijo algo así como: “a usted mis respetos maestro, con usted no me meto” (!!!) y -obvio- no le hizo nada! cosas así solamente las vivió nuestro amigo Carlos Monsiváis. No nos resta más que expresar a los cuatro vientos:

¡Gracias por tus enseñanzas Carlos Monsiváis y Descansa en Paz!

Salu2 y no olvides postear y expresar tu opinión!!!

9 comentarios:

Gabriela Guerrero Fortiz dijo...

La vida es para buscar a Dios, la muerte para encontrarle, la eternidad para poseerle... (J.L.Rey)

No es un Adios para el Gran Carlos Monsiváis; sino una bienvenida a la verdadera vida, a la vida eterna!!!

cuapio dijo...

Sin duda el gran intelectual del pueblo lo fue Monsi, Tuve la oportunidad de leer algo de su obra y trayectoria. Me queda claro que con su ausencia deja un hueco que no podrá volverse a llenar. Fue la voz pobre, del indefenso, del que no tiene acceso a un microfono en los medios, pero sobre todo fue alguien fiel a su pensamiento, inquebrantable en sus ideas, un intelectual de tiempo completo que bien te podía comentar de "las estupideces de Fox" o hacer una critica de una película de cartelera. Descanse en Paz e imitemos a estos autenticos mexicanos.

Unknown dijo...

Los que junto a él, vivimos y sentimos su pensar, las generaciones futuras, gozarán de su sabiduría.

Descance en paz, un mexicano de la eternidad.

Elisa Estrada T. dijo...

Me encantó este comentario de Adolfo Castañón:

"Al fallecer el hombre llamado ciudad, ésta se estremeció imperceptiblemente como al paso de un eclipse, la energía eléctrica se interrumpió, las líneas telefónicas quedaron en silencio... por un momento por la ciudad campeó la ausencia del hombre que la había amado en todas sus formas y que le había buscado un centro a través de la voz, la memoria y la palabra. Al fallecer el hombre llamado ciudad, ésta pareció perder su centro sólo por un momento, pues el espíritu de su profana letra se diseminó y fue formando remolinos que repetían el brindis del bohemio".

Por eso digo, que nos acompañe tu 'letra profana' Monsiváis...!!!

JOSE JUAN RICO CORONEL dijo...

Un Gran Maestro seguirà viviendo para las futuras generaciones y de aquellos que tuvieron la fortuna de conocerlo en persona estarà siempre en sus corazones y quienes no tuvimos la fortuna su invaluable trabajo estarà siempre en nuestras mentes que seguiremos nutrièndonos de su trabajo dìa a dìa

¡ESTIMADO CARLOS MONSIVAIS ESTAS ESTÀS PRESENTE!

Anónimo dijo...

Mèxico ha perdido al ser humano, cronista del pueblo, vocero de las causas justas y de aquellos que no eran escuchados, hemos perdido a un valioso y agerrido intelectual y ser humano.
No nos resta mas que mantener viva su literatura y pensamientos, leyèndolo para aprender un poco de su gran legado...

José Luis Gómez dijo...

Una gran semblanza del gran Monsi que nos acerca no solo al intelectual, sino al ser humano, exentrico y admirable en muchos aspectos y a quien sin duda se le extrañará´.

verovero dijo...

Con agridulce melancolía degusto el sabor de recordar a un gran intelectual que de alguna forma permea en la gran urbe con tinta negra, y en mi mente con irónicas reminicencias de una conferencia en la que la risa se mezclaba con la sorpresa de encontrar que la lectura de sus textos difería a mares de su "voz" en mi mente..al tiempo que esta falta de don para la lecura lo hacía más humano y más cercano ...en fin, queda re-encontrarlo en sus testimonios y re-crearlo cada que uno se monte los lentes de la cosmovisio´n crítica que nos ha legado

Anónimo dijo...

He leído diversas manifestaciones de duelo por el fallecimiento de Carlos Monsivais, pero este adios me gusto mucho, la narrativa del mismo me llevo al restaurante donde lo conocio, a su casa en la san simón incluso a su examen profesional. Es notorio que fue una amistad que disfruto mucho.

Gracias por compartirla con nosotros.