junio 05, 2007

LA GRANDEZA DE LA CULTURA JURÍDICA


Para justificar el título de esta entrada y justo en una época de exámenes en donde cada un@ tiene por demás presente su desiderátum, nos permitimos invocar la descripción cualitativa que del abogado y, por extensión del jurista, expone el abogado francés Molierac[1]:

Dad a un hombre todas la cualidades del espíritu; dadle todas las del carácter, haced que lo haya visto todo, aprendido todo y recordado todo; que haya trabajado sin descanso durante treinta años de su vida; que a la vez sea literato, crítico y moralista; que tenga la experiencia de un anciano y el empuje de un joven, con la infalible memoria de un niño; haced, por fin, que todas las hadas hayan venido sucesivamente a sentarse al lado de su cuna y le hayan dotado de todas las facultades y quizás, con todo ello, lograréis formar un abogado completo.

El citado párrafo nos sintetiza en tan pocas pero tan profundas palabras cual es la extensión de la cultura jurídica que debe tener todo abogado, propiamente dicho, un jurista y que lamentablemente, no podrán hacerlo cada fin de semestre… en virtud de que se requiere una preparación constante y sobre todo: una verdadera VOCACIÓN.


« Quod natura non dat, Salmantica non prestat »


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[1] Citado por Ignacio Burgoa Orihuela, El Jurista y El Simulador del Derecho, Quinta Edición, Ed. Porrúa, México, 1997, págs. 38-39.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Maestro Burgoa:
Hace algunos años, cuando descubrí el "Decálogo del abogado" del Maestro EDUARDO J. COUTURE, aprendí, entr otras cosas, que si no se estudia cada día se es menos abogado, y esto aplica seguramente a todas las disciplinas, pero en esta es especialmente importante; todo evoluciona y cambia hay que mantenerse al día, en todos los aspectos.
Creo que la cultura jurídica es tan amplia que nadie puede dominarla en su totalidad, sin embargo algunos y algunas se esmeran más que otros y otras en hacer suyo el conocimiento,y no para el examen semestral, que si bien es cierto es un símbolo del esfuerzo, también es cierto que no siempre es el reflejo de lo que realmente se sabe. Y la cultura jurídica incluye también el criterio jurídico que se adquiere día a día en la formación cotidiana.
Quienes aspiramos a ser abogados y abogadas estamos comprometidos con mantener actualizada nuestra cultura jurídica, porque de otro modo, lo poco que sabemos se irá gastando hasta desaparecer, hasta llegar a nuestro nivel de incompetencia.
Gracias por la reflexión.
Vicky*

Anónimo dijo...

Desde que tuve el gusto de conocerlo, y más aún cuando tuve la oportunidad de leerlo, me ha parecido ser una de esas personas enamoradas de su profesión; son justamente personas como usted, las que nos inspiran a seguir adelante en el camino del Derecho.